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Vivir la naturaleza con los niños

Es un hecho que, en las grandes ciudades y áreas metropolitanas, el contacto de los niños con la naturaleza es insuficiente o directamente nulo. Por eso, es muy importante promover un mayor contacto de nuestros hijos o alumnos con el medio natural.

En este artículo te explicamos las ventajas de que los niños conecten con la naturaleza, te contamos algunos de los principales fundamentos de la enseñanza al aire libre y te proponemos diferentes ideas de actividades y juegos para niños en la naturaleza.

Beneficios de que los niños conecten con la naturaleza

Estas son las ventajas que el contacto con la naturaleza ofrece a la infancia:

Favorece el proceso de aprendizaje

Las conclusiones de los expertos en sistemas de educación alternativa apuntan en una dirección única: los niños aprenden más y mejor cuando se imparten las lecciones o se realizan las demostraciones en plena naturaleza.

Mejora la salud emocional del niño

Los niños pasan excesivas horas al día en espacios cerrados. En este sentido, las salidas al entorno natural son una excelente válvula de escape para evitar la ansiedad y el agobio que les produce estar sometidos permanentemente a horarios estresantes y restricciones.

Mejora la salud física

Esto no es solo la consecuencia de la actividad física. Respirar aire puro y recibir el cálido abrazo de la luz natural se traduce directamente en beneficios para la salud y el bienestar del niño.

Aumenta la sociabilidad

Los niños se desinhiben en la naturaleza y son más proclives a interrelacionarse y compartir las experiencias vividas entre ellos.

Desarrolla la curiosidad

La naturaleza provoca un incremento del interés por conocer cosas nuevas. En el medio natural, los niños disponen de distintas vías de exploración que no suelen tener en las ciudades.

Hace que sea el niño quien toma la iniciativa

Otra de las ventajas de desarrollar los procesos de aprendizaje en plena naturaleza es que ese interés por explorar lleva al niño a tomar la iniciativa, preguntando cosas que jamás se le ocurrirían escuchando al profesor en un aula o leyendo un libro de texto convencional.

Ayuda a los niños a comprender el equilibrio del entorno natural

¿Cómo puede comprender un niño la importancia que pueda tener, pongamos por ejemplo, un simple insecto? En este sentido, llevarlo al campo y mostrarle cómo las truchas o los pájaros se alimentan de insectos es la mejor manera de que entienda el valor de toda vida y el frágil equilibrio de nuestro entorno.

Se forman futuros ciudadanos respetuosos con el medioambiente

Finalmente, el repetido contacto con la naturaleza convertirá a nuestros niños en ciudadanos respetuosos y comprometidos con el entorno natural y con el medioambiente.

Fundamentos de la enseñanza al aire libre

Tal y como hemos ido viendo, la enseñanza al aire libre es la herramienta ideal para que los niños disfruten y se beneficien de la naturaleza mientras aprenden:

El gran objetivo es que los niños estén en contacto con la naturaleza, sean más activos, se impliquen en el aprendizaje, desarrollen sus habilidades sociales, se diviertan y se comprometan con la conservación del medioambiente y el cuidado del planeta.

Pero ¿es tan difícil hacerlo? En absoluto, pero tanto si somos padres como profesores, requiere que nos lo propongamos de verdad. A continuación te indicamos algunas pautas para ponerlo en marcha:

  1. El entusiasmo se contagia: si los niños te ven entusiasmado con aquello que estáis observando, muy probablemente les transmitirás ese entusiasmo. El hecho de escuchar con atención y dar respuesta a las dudas que puedan tener, ayudará a mantener vivo su interés.
  2. Primero descubrir, luego hablar: la naturaleza brinda un gran abanico de experiencias a los niños, lo que probablemente se les grabará más en la mente que aquello que les puedas contar. Por ello, las explicaciones de profesores y padres deben limitarse a acompañar estos descubrimientos y a resolver las preguntas de los niños.
  3. Mantener vivo el interés: procura que los niños presten interés a todo lo que sucede en su entorno. Señálales aquello en lo que deban fijarse y plantéales preguntas sobre lo que están viendo.
  4. Planificación previa: prepara previamente los temas a tratar y los ejemplos naturales que mostrarás. También deberás elegir cuidadosamente los recorridos a realizar, las actividades en cada punto del recorrido y los puntos de descanso u ocio.
  5. Trabajo posterior: apoyar las actividades que habéis realizado al aire libre con pequeños trabajos domiciliarios o en el aula, ayudará a afianzar esos nuevos conocimientos.

Hagamos la prueba y pronto comprobaremos que, siguiendo estos sencillos pasos, los niños aprenderán más y mejor al estar al aire libre y en pleno contacto con la naturaleza. Y también observaremos que parece costarles menos esfuerzo hacerlo.

Juegos y actividades para vivir la naturaleza con niños

Las posibilidades que ofrece la naturaleza a la hora de plantear juegos o actividades con niños son prácticamente infinitas. A continuación te proponemos algunas ideas enfocadas a que los más pequeños conecten con la naturaleza:

Encuentra el árbol:

Este juego ayuda a que los niños aprendan los nombres de los árboles y los sepan diferenciar. Para ello, el adulto dice en voz alta el nombre de un árbol cercano, dando algunas pistas si fuera necesario, para que los niños corran a localizar de cuál se trata.

Una variante de este juego consiste en vendar los ojos del niño y hacer que toque y huela el árbol. Después, se le aleja un poco de ese árbol, se le da un par de vueltas y se le quita la venda para que encuentre el árbol que ha estado tocando.

Encuentra objetos iguales:

En este caso, el juego consiste en recoger 5 elementos del entorno (como ramas, hojas, piedrecitas, piñas, plumas…), enseñárselos a los niños y pedir que recojan esos mismos objetos delimitando la zona. Gana el primero que consiga esos mismos objetos de similar tamaño y forma.

El juego del pañuelo:

Los clásicos nunca mueren. Probablemente cuando eras niño jugaste en alguna que otra ocasión a este juego, que suele gustar a la gran mayoría de niños. Consiste en hacer 2 grupos, separarlos y asignar un número a cada miembro del grupo. Luego, el adulto se sitúa justo a medio camino de cada uno de los grupos, sostiene un pañuelo y dice un número en voz alta. Los dos niños que tienen ese número deberán correr hacia el pañuelo, tratar de cogerlo y correr de nuevo hacia sus compañeros de grupo evitando ser pillados.

¿Qué se escucha?

En este juego, pedimos a los niños que se sienten o se tumben en el suelo para que se relajen y escuchen los sonidos de la naturaleza. Después de unos minutos, se pide a los niños que describan cada uno de esos sonidos y que expliquen de dónde proviene.

 

Esperamos que todas estas ideas y recomendaciones te sean de utilidad a la hora de preparar una excursión en la naturaleza para niños. ¡Seguro que pasarán un rato muy divertido mientras aprenden!